Es lo que se suele oír: "¡Vaya birria de monte!, si no llega ni a 1.000 ms!".
Fuera por esa 'corta' talla o porque el tiempo no acompañaba, la cosa es que solo un grupito nos animamos a salir, esperando que la lluvia no se ensañara con nosotros. Se trataba de coronar ese montarrón solitario, con pinta de dinosaurio tumbado, que está un poco después de Huarte Arakil, a la altura de Irañeta, a la izquierda de la autovía Gasteiz-Iruinea.
Fuera por esa 'corta' talla o porque el tiempo no acompañaba, la cosa es que solo un grupito nos animamos a salir, esperando que la lluvia no se ensañara con nosotros. Se trataba de coronar ese montarrón solitario, con pinta de dinosaurio tumbado, que está un poco después de Huarte Arakil, a la altura de Irañeta, a la izquierda de la autovía Gasteiz-Iruinea.
Partimos de IRIBERRI / VILLANUEVA, con un cielo cerrado por nubes que nos riegan suavemente, avisándonos de que las capas están para usarlas.
Pero cuando empezamos a subir por un sendero, al par de un torrente saltarín,...
... todo nos sobra, ¿verdad, Genaro?
Y hay hasta quien ensaya un paso de baile, ¿será para camelar a las ninfas?
Porque el escenario nos embruja una y otra vez
Ya vamos remontando la pendiente...
... hasta dar con el paso entre peñas para girar hacia el oeste, donde nos espera el MADALENAITZ (860 m)
Ya caminamos sobre el cordal y las nubes nos dejan ver el curso del Arakil hacia el este
Pero sin fiarnos mucho, que el escenario no está para fiestas
Un nuevo reagrupamiento, ahora que ya estamos decididos a alcanzar la cabeza del
'dinosaurio'. Si no, tendríamos 'salida a la derecha'', por el sendero que nos bajaría al barranco, sin más sobresaltos.
No tendríamos que vérnoslas con dragones, pero sí con las trampas de bojes, calizas karsticas... y los restos de nieve
Pero, al fin, el Madalenaitz nos recibe y hasta obsequia con el paisaje de Sakana, laderas del Beriain, brumosa cumbre de Artxueta...
Un respiro para reponernos y hacer puntería con la nieve...
... un saludo al este
Y regresando por el mismo cordal de la ida, llegamos al punto de no retorno, o de giro brusco hacia el norte para bajar al barranco. Iba a ser un descenso sin mayores problemas, ya que contaríamos con una maroma a la que agarrarnos.
Llegados al punto de enganche de la cuerda, plegamos bastones, guantes bien calzados, y empezamos a agarrarnos a algo bastante escurridizo, y poniendo los pies sobre una pared inclinada de barro... Imagínense los patinazos, 'culetores', etc. Algunos salieron impolutos, la mayoría rebozados en barro.
(Del cámara, se perdió el rastro)
La foto es negra, ¿no? Pues han pasado 50' desde la anterior, de ellos unos 20', han sido de ese color: ahí es donde el 'pequeño' monte ha tumbado a los gigantes.
Ahora ya caminamos por el fondo del valle, camino de IRAÑETA
Desde la distancia nos contempla el bravo MADALENAITZ, ufano de haberse hecho respetar por los montañeros arrogantes. También el crecido ARAKIL se carcajea lo suyo, conchabado con el puente.
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