Antes de seguir con nuestras andanzas txirrindularis, quede claro que la IRATI XTREM es una prueba no competitiva, pero de lo más duro y serio. Según los muy curtidos galgos del pedal es más difícil que la mítica QUEBRANTAHUESOS. Esta pareja de veteranos no pretendía, pues, minusvalorarla ni tomarla a broma, voluntad y preparación teníamos toda, dentro de un orden, claro.
Partimos, pues, desde Jaurrieta, disfrutando de una fresca mañana y de unas carreteras despejadas; solo nos cruzábamos con coches cargados de ciclistas que se dirigían a la salida.
Superados los altos de Remendia y Abaurregaina, dejando atrás Garaioa,
cruzamos el caudaloso Irati en Arive y tomamos el rumbo norte,
remontando el curso del río en dirección a Orbara y Orbaitzeta.
Allí nos esperaba El Muro, antesala de los restos de la Fábrica de Armas. Un repechón que pone a prueba nuestro músculo, pero que no dura demasiado.
A continuación acometemos la ascensión del "col" de Azpegi: entre hayas, arroyos y senderos llegamos a los prados pelados de la cima, donde todo el ancestral ambiente pastoril del entorno queda rematado por un cromlech que encontramos al lado de nuestra ruta.
Tras un descenso interminable por carretera estrecha y humeda, en pleno bosque, tocamos fondo en las Sources de Nive/Errobi, principio del río que irá por Donibane Garazi /Saint-Jean-Pied-de-Port a desembocar en Baiona.
Y llegamos a un punto crucial: el desvío para la ascensión al puerto de Errozate, uno de los dos grandes de la jornada. Nuestra intención era buscar un atajo y librarnos del morlaco, ya tendríamos bastante con el resto del menú; pero no encontramos guía que nos orientara y no quedó otra alternativa que atacar la cuesta. Por delante mi colega (que estaba a setas y no a Rolex), por detrás el menda pedaleando, curioseando y... poco a poco desinflandose, como la rueda delantera que pinchó.
Así mientras el "setero" seguía su ruta como un campeón... hasta la meta de Otsagi/Ochagabia, otros teníamos tiempo de animar a los que se retorcían en las rampas...
y a los que tomaban un respiro en los falsos llanos.
Al fin, alcanzamos la cima de Errozate y allí ya dimos por cumplido nuestro sueño de la Irati 2011.
Solo nos quedaba solidarizamos y animar (desde el autobús) a todos los que daban el do de pecho en la subida del "col" de LARRAU. En homenaje a todos ellos y ellas recogemos algunas de las magníficas fotos brindadas por la Asociación Ciclista Aranguren.
Y si queréis tener una crónica más detallada y "profesional" de la IRATI de este año, os recomiendo
la siguiente: De nombre "Irati", de apellido"Xtrem"
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