A lo largo de la ascensión pasamos por muy diferentes medios: bosques de plantación, pasos rocosos, praderas rasgadas por el lapiaz -escenario del pastoreo tradicional-, árboles centenarios, empinadas laderas cosidas por numerosos refugios... Un bravío paisaje que reivindica los galones del Gorbeia, de los que a veces hacemos burla mirando su achatada vertiente alavesa.
Plantados en Saldropo, ya tenemos 'a un tiro de piedra' las cumbres de Aldamin y Gorbeia |
Los alerces, 'marchitos', parecen alegrarse del sol y hacerle corro al gorosti/acebo |
Superados los bosques de repoblación, entre espinos y serbales, "el sendero se encabrita" y suerte que no está mojado |
Avanzamos por el 'paso de Atxuri' (las peñas que nos cobijan)..., una pizca de vértigo, atemperada por el sereno pico Lekanda |
"¡Hor dago! / ¡Ahí está!" Recién salidos de las paredes de Atxuri, este es el escenario que nos deslumbra. |
Por el lapiaz avanzamos hacia las campas de Arimegorta... |
... descubriendo árboles centenarios, como este agin/tejo (700 años). |
Superado el arroyo, ya toca remontar por Aldamiñape ("debajo de Aldamin") |
Cada San Silvestre las sendas se quedan pequeñas, "antes de subir..." |
Zarandeados por el vendaval del sur, vamos remontando 'penosamente'..., ¿cómo nos vamos a rajar entre tanta euforia mendizale? |
Ya estamos en la cola del último tramo, que no es un pera en dulce: dura pendiente y más duro el suelo helado, que ni clavan los bastones |
Justo aguantamos a sostenernos para la foto, el solano no da tregua |
Antes de bajar, un guiño al Lekanda y al barranco de Egiriñao, hacia donde van la mayoría de montañer@s |
Después de los zurriagazos ventosos y de los culetones del primer descenso, es enternecedor ver cobijarse a la 'bandada' en los espolones del Aldamin |
El descenso nos devuelve a las peñas de Atxuri, tras el pinar (verde oscuro)... |
... hasta llegar a la 'puerta de Atxuri': especie de escaleras, con cierto peligro en días húmedos, que son la entrada al 'paso' |
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