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Mil arroyos, un río

Este mes de enero ha sido abundante en lluvias y nieves, de manera que hemos vuelto a hablar de los desbordamientos e inundaciones en nuestra Llanada alavesa, y especialmente en el curso medio e inferior del Zadorra: desde el embalse de Ullibarri Ganboa hasta su unión al Ebro (los 'desmadres' del  gran río ya los sufren aguas abajo).

Todos suspiramos porque no nos falte el agua, pero con qué poca simpatía la recibimos cuando llega. "¡Claro!  Es tan impertinente: llega sin avisar, y todo lo cisca. ¿Por qué no va discretamente al pantano y espera allí hasta que la necesitemos?" Vamos, que los fenómenos de la naturaleza nos descomponen, cuando desde hace millones de años todos los elementos han jugado su papel y han trazado unas reglas de convivencia incontestables. Por ejemplo, todos los excedentes de lluvias y nieves que no puede absorber el suelo han de 'escurrir' por laderas, taludes, caminos, acequias, arroyos y ríos. Si caminamos bajo la lluvia por las faldas de una montaña, veremos mil hilillos y diminutas cascadas que van buscando cauces más bajos donde desaguar. Es un festival del agua que, en época de lluvias copiosas, rezuma por manantiales, barrancos... y taludes de autopistas, por ejemplo.  

Pasamos a recoger algunas muestras de las andanzas del agua por los alrededores de Vitoria-Gasteiz en esta segunda quincena de enero.


Lunes, 21: El ZADORRA a la altura de Lopidana.
Las aguas ya habían vuelto a su cauce...

... pero menos: campos anegados, margen izda.
a la altura del puente de Mamario - Trespuentes

Margen dcha., Trespuentes, al fondo

Hoy sí cabe toda el agua bajo el puente "romano" (de origen...)



Días después salimos a explorar algunos afluentes:
los "ríos del Sur", más bien, arroyos, que recogen
las aguas de los Montes de Vitoria, y que los aguaceros
convierten en temibles miuras. En la foto, el Batán, a punto de
ser 'enterrado' para atravesar Vitoria-Gasteiz

Volviéndonos contemplamos
el bucólico cauce urbano del río/arroyo

Remontamos un km hasta dar con una desembocadura:
la del Zapardiel (izda.) en el Batán. Un encuentro de reciente diseño.
Como este cauce y pequeña zona de embalse,
resultado de últimos planes para evitar inundaciones.
Aretxabaleta, manteniendo el tipo entre tanta novedad.


Subimos hasta  Gardelegi,
por cuya ladera oeste corre el Zapardiel.

Al bajar al valle lo encontramos 'contaminado'
por los restos del vertedero próximo
 y agobiado por un puente demasiado plano...


... que no admitió todo el caudal
y así quedo la finca adyacente.
Acercándonos a Lasarte, se nos anuncia
otro arroyuelo, afluente del Batán

Sus cristalinas aguas...

...han encontrado cauce suficiente bajo el puente.

Dejamos atrás Lasarte y su coqueto caserío,
que trata de conjugar lo añejo y lo nuevo

Un ejemplo de convivencia entre
urbanizaciones modernas y usos agricolas/forestales
Buscando caminos hacia el oeste,
atravesamos el monte bajo por caminos y sendas... 


... que nos brindan panorámicas familiares...

... y la estampa de Berrostegieta,
tutelado por el monte Eskibel


El agua reivindica sus dominios,
y el camino abandonado termina en arroyo
O en balsa desmedida, ante las angosturas del Batán

Este es el resultado, una pista impracticable,
de una explotación forestal intempestiva.
¿Son estas fechas adecuadas para tales trabajos?

A la entrada norte de Berrostegieta
nos recibe el parque infantil de Sta. Eulalia


Y al oeste, por la calle Artetxo ("encina pequeña")...
... tomamos el camino hacia el bosque de Armentia.

Lo vamos atravesando,
ante la atenta mirada de un perro mosqueado

Dejando atrás la basílica y campas de Armentia,
el Ali, aprendiz de arroyo, disfruta de unos días de corriente animada


Más información e imágenes:









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