Entre los montañeros de nuestra región es muy conocida y frecuentada esta cumbre de la Sierra de Kantabria-Toloño, fácilmente localizable a distancia por la berruga rocosa que le ha crecido al lado. La he visitado en vísperas de la fiesta del Santo titular, que en Bernedo la celebran el 28 de enero.
Partimos del santuario de Ntra. Sra. de OKON, a un km. de Bernedo. El itinerario a seguir está perfectamente señalizado, indicándonos, además, sobre la marcha otros interesantes senderos.
A poco de abandonar las campas de la ermita, cruzamos el Camino de las Maderas, que por la ladera norte de Peñalta nos llevaría hasta el Puerto de la Horca, o Pto. de Bernedo, en terminología de carreteras. Enseguida atacamos el repecho más fuerte, ganando altura por el hayedo que nos abriga entre bojes y rocas.
La mañana está brumosa, "anieblada" que dicen por allí, y cuanto más ascendemos menos vemos. Así la berruga -otros dicen "bonete", "dedo"...-, avanzadilla de la cueva-ermita, se nos echa encima casi sin enterarnos.
San Tirso nos acoge en su devoto refugio |
Aligeramos el peso y partimos con todas las cautelas hacia la cumbre: la humedad exige precaución por los roquedos calizos. Al fin alcanzamos la meta, donde el garboso gallo se desgañita desde los 1.333 m.
Roca en cuyo abrigo se encuentra la ermita, al fondo la berruga |
Comentarios