Otoño pirenaico

Enganchados a un multitudinario "tren" de amigos mendizales, hemos pasado un largo fin de semana disfrutando (y sufriendo) el otoño en el entorno de Ordesa y Monte Perdido. Todo, perfectamente programado por el tandem Paco-Dani, se desarrolló con la flexibilidad necesaria para que en la treintena de andarines cada un@ encontrara, dentro de lo posible, su ritmo y cadencia adecuados.

El Cañón del Añisclo

El primer día nos despertó un sol risueño que nos acompañaría amistosamente toda la jornada.   El itinerario programado decía: Plana Canal - San Úrbez (El cañón del Añisclo por arriba y por abajo). "Distancia: 14,7 km, desnivel: 900 m". Vamos, lo que se dice "chupao", pero ya, ya.

Camino de Plana Canal, cumbres nítidas nos saludaban;
en primer plano, Castillo Mayor 

La aproximación motorizada desde Torla hasta el Collado de Plana Canal tuvo su aquel (2,5 hs. de coche y microbús), y por angostos desfiladeros, pero los horizontes contemplados lo merecían.

Llegados al final del trayecto, la citada Plana (1.760 m), teníamos al sur, a tiro fácil (?), Los Sestrales (2.106 m), pero nuestra ruta apuntaba al oeste.

                                                                                                                                                                                                                                            

¡Ya lo tenemos, es nuestro! (¡qué ilusos!)

 La primera visión de los barrancos del Añisclo hace que no podamos pasar sin inmortalizar el momento.

De mirador en mirador, vamos haciendo camino con las Tres Sororas a la vista . De izda. a dcha., son el Monte Perdido, el Pico Añisclo o Soum de Ramond y la Punta de las Olas, en el vacío el Collado de Añisclo.

¿Guarda del Parque Nacional? No, celoso pastor
que cuida de que ninguno se extravíe.

Ya llega el momento de ser engullidos por el Cañón: despacito y buena pisada, por senda zigzageante y escabrosa, que juega a esconderse en el bosque multicolor.

Los galg@s ya nos vocean desde el puente: "¡Venga, miedicas, ya es hora de que lleguéis! ¡Que tenemos hambre!"

Llegó la hora de atacar las mochilas..., pero antes tomemos aire, que hemos superado una bonita prueba.

El comité arenga a la amodorrada
muchachada que preferiría sestear al sol 

Recuperado el aliento, y los estómagos, toca atacar la segunda parte del "descenso": 3 horitas, simplemente, para seguir "boteando".

El valle nos brinda todas sus bellezas, esparcidas por vericuetos retorcidos y senderos de tiovivo, siempre tuteladas por los murallones de los dos lados:  Los Sestrales, al este, y el Mondotó, al oeste. 

"¡En marcha, mis valientes!"

"Pero, ¡¿por ahí hay que pasar?!"

Un idílico hayedo, oasis en la aspera vereda

Por fin, ¡la Ripereta!,  donde el río Bellós ha bruñido
los roquedos, ahora casi resecos por el estiaje

Tras un pequeño descanso, reanudamos la marcha

Un remanso escurrido, y ¡qué maravillas consigue Dani!

Las crestas de los Sastrales pujan desafiantes
al sol de tarde...

... mientras los espolones del Montodó
nos dan su sombra

¡Ya llegamos! íbamos algun@s con la reserva y San Úrbez nos acoge en su abrigo-ermita, con leyenda y todo.

GORA SAN ÚRBEZ!!

Para una información exhaustiva sobre los SESTRALES, y sobre todo, para disfrutar de unas fotos magníficas de todo el entorno pirenaico, clicar en:

Ascensión a el Sestrales Alta (2101 m) por Bucuesa -- 12/05/2007 
Vía: (Barrera de Plana Canal, Tozal de la Fueba y Arista Norte. Vuelta hasta San Bizenda. )