De vuelta para Vitoria-Gasteiz, aprovechamos para visitar el Parque de MONFRAGÜE, aunque fuera durante unas pocas horas nada más. Horas que dieron bastante de sí, además con la ventaja de haber llegado al punto de partida a primera hora y estar de vuelta cuando el sol empezaba a pesarnos. Vamos con lo contemplado
Recién apeados, nuestras sombras se alargan, invitándonos a caminar.
Carlos señala el itinerario que vamos a recorrer, el de "Los Tres Caños".
La ermita de la Virgen del Socorro nos recibe a la entrada de VILLARREAL DE SAN CARLOS, única población dentro del Parque. Sus calles, mejor, su calle, aparece dormida e impecable para recibir a los visitantes
Pero lo que de verdad nos deslumbra es la floración que lo invade todo.
Seguimos el sendero, rodeados de espliego, lavanda o cantueso, como cada uno prefiera.
En la bifurcación, Carlos, siempre atento como buen guía, informa del camino a seguir
Pasamos por la Fuente del Alisar...
... y ya tenemos delante el sinuoso Tiétar, que pronto desembocará en el Tajo.
Este es el rincón de la fuente de los Tres Caños, un buen lugar para un descanso.
Embebidos por toda la maravilla natural que nos rodea...
... nos acercamos a la orilla del río. Al otro lado ¡hay movimiento!...
... ¡Nada menos que tres ciervos que no parecen alterarse!
Ya hemos llegado al Mirador de la Tajadilla. Enfrente, sobre los roquedos...
... son los buitres los señores.
Disfrutamos del admirable entorno y volvemos sobre nuestros pasos...
... por la frescura de los Tres Caños...
... y, jadeando un poco al calor del mediodía, ascendemos por la cuesta
que nos devuelve a VILLARREAL DE SAN CARLOS.
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