Es tradición ya arraigada entre los mendizales vitorianos subir con el Año Nuevo al monte ZALDIARAN (978 m). Una cumbre que, situada al sur, suroeste, más bien, de Vitoria-Gasteiz, ha merecido siempre una atención y cariño especial de los vitorianos. Su cima redondeada, en forma de copete, era fácilmente reconocible aun para los menos entendidos.
También nuestro gran músico Luis Aramburu Mtz. de San Vicente le dedicó una de sus composiciones: Zaldiaran.
A estas alturas no podemos dejar de constatar que aquel Zaldiaran idílico de nuestros recuerdos ya pasó a la historia: sus laderas, sus bosques laten y crecen al ritmo de las estaciones, pero su cumbre ha sido enterrada por construcciones y antenas... Menos mal que la cruz resiste, bien plantada.
Y volviendo a nuestra subida 'ritual' de cada 1 de enero, este año nos ha acompañado la meteorología más de lo esperado: tras semanas de sequía, los senderos estaban sin apenas barro, la hojarasca del hayedo mullida y seca, la niebla quedó en el valle, sobre nosotros un sol radiante... Pero en los últimos tramos de la subida nos sorprendió la nevada (?): todos los arboles y arbustos tallados en blanco, !y la cumbre ni te cuento! Nunca habíamos visto ese espectáculo en nuestro Zaldiaran y era el efecto de la cencellada o helada blanca -antzigar eso izotz zuria, en euskera- Estas son unas pocas imágenes dignas de recordar.
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Primer encuentro con la
'jungla de cristal' |
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| El sendero, el único que se libra de la cencellada |
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Hoy ninguna antena puede competir
con la veterana cruz |
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| Mirando al este, al fondo sierra de Aitzkorri y el Aratz |
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Hacia el oeste, Busto, la primera cota que
emerge de la niebla |
Y en medio de toda esta inusual belleza, como cada año, el txoko del C. M. GASTEIZ estuvo brindando calor y sabor de amistad a cuantos se acercaron a la cumbre.
¡¡Que estos fenómenos excepcionales auguren un feliz y marchoso año montañero!!
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