Como en meses pasados nos empapaban las lluvias semana tras semana, ha llegado julio y ha reivindicado su canícula, menos mal, porque así la naturaleza -plantas, animales y personas- hemos recuperado el ritmo veraniego... y las cosechas prometen ser recogidas en su punto y sazón, aunque con notables retrasos en el calendario.
A primera hora partimos de Vitoria-Gasteiz, recorriendo escenarios de la Batalla de Vitoria (de hace 200 años), para luego adentrarnos en los valles occidentales alaveses: Lacozmonte y Valdegobia/Gaubea.
Los campos 'rescatados' de la invasión francesa van siendo pavimentados por la ocupación urbanística |
Pero aún emergen los collados de Jundiz dominando la 'ocupación' |
Margarita, conteniendo el despliegue |
Los primeros rayos juegan a ensombrecer Trespuentes y a resalzar el Convento/Jardín Botánico de Sta. Catalina, en las laderas de la sierra de Badaia |
El puente de Mamario/Momario, crucial en la famos Batalla: un trespuentino, José Pz. de Nanclares, avisó a Wellington de que aquel paso estaba desguarnecido, ¡vía libre para los aliados! |
Saliendo de Langraiz/Nanclares de la Oca dejamos al sur los Montes de Tuio y seguimos camino hasta... |
... Subijana Morillas, con el boquete de Tetxa, excavado por el río Baias. Toda esta zona al occidente de la Llanada fue punto de arranque del grueso del ejercito aliado. |
Dejando atrás el fragor guerrero, disfrutamos de la quietud del valle de Lacozmonte, y divisamos las cumbres de Olvedo (932 m) desde la ermita de S. Antonio, en Artatza |
Pisando ya tierra de Valdegobia/Gaubea, entre mieses prometedoras, volvemos a toparnos con restos de contiendas seculares: el castillo de Astulez, centinela erguido entre El Raso (1.044 m) y demás alturas |
Menos mal que a la vera del río Tumecillo se asentó el silencio y la hospitalidad... |
... al amparo de la Virgen de Angosto |
Pronto volvemos a remontarnos en la historia: Villanañe, con la Casa-Torre de los Varona, ostentando su dominio sobre el valle. |
Definitivamente escapamos de escenarios bélicos: el monte Batxikabo ( 1.201 m) derrama verdor y vida por el valle |
Pero hoy buscamos una joya escondida entre peñascos, |
el pueblo de Barrio: como orfebre laborioso no decae en su empeño por restaurar y realzar sus tesoros, |
... sean grandiosos o sencillos, naturales o afanosamente trabajados por hábiles manos. |
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