Este día lo hemos dedicado a disfrutar de Ribadeo y su costa 'en directo', casi todo el día a golpe de zapatilla. Tras callejear por la villa, capital de la Mariña Oriental lucense y asomarnos a la ría y al mar desde sus atalayas, hemos caracoleado por los alrededores de la Illa Pancha. Después de reponer fuerzas en Rinlo, hemos ensartado cetarias, acantilados y playas hasta dar con la multitud que congregaba la bajamar en la plaia As Catedrais /playa de las Catedrales, originalmente conocida como playa de Augasantas.
En la margen izquierda de la ría de su nombre se eleva Ribadeo,y en la orilla se suceden los puertos: deportivo, pesquero y comercial. |
Al otro lado de la ría, en la margen asturiana, aparece Figueras y sus astilleros, Castropol queda para mejor ocasión |
Y siguiendo el curso del Eo, río transmutado en 'ría de Ribadeo', pasamos bajo el viaducto de la Autovía del Cantábrico |
La "Torre dos Moreno", singular edificio entre los estilo modernista y neoclásico |
Deambulando por las rúas ribadenses hemos contamplado grandes mansiones, testigos de un pasado más próspero. Ojalá estas flores auguren un futuro más voyante. |
Nos despedimos de la villa, camino de la ría y sus puertos |
El faro de Illa Pancha/Isla Pancha nos deja boquiabiertos... |
... y es que el derroche de la 'uña de gato' casi produce indigestión cromática. |
Ya hemos llegado a Rinlo, y a su pequeña ensenada, imprescindible para su papel de puerto pesquero. Lástima que no lográramos degustar las exquisiteces culinarias de la Cofradía de Pescadores |
En sus orígenes, hace unos 500 años, debió de ser puerto ballenero. |
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