"En Cantabria... ¡los Picos de Europa!", eso era lo que decía un veterano montañero como expresión de todo lo que él sabía sobre la orografía y montes significativos de la Montaña (como fue conocida antaño esta región). En resumen, que sabemos muy poco de territorios bien próximos... fuera de sus playas y urbanizaciones costeras correspondientes.
Por eso esta vez nos fuimos al interior de la costa oriental de Cantabria, donde encontramos relieves singulares, de origen glaciar, y con alturas que superan los 1.400 ms.
Nuestro objetivo era el Parque Natural Collados del Asón, situado todo él en el valle y municipio de Soba. Es el tercer municipio cántabro por su extensión y está situado en una punta suroriental de la comunidad, limitando con Bizkaia y Burgos.
Para llegar desde Vitoria-Gasteiz escogimos una ruta interior: por el valle de Losa y Espinosa de los Monteros, para descender por el portillo de La Sía hasta llegar a La Gándara, centro operativo del valle.
Otra vía de acceso recomendable: llegando por la costa hasta Colindres, internarnos por la N-629, hasta Ramales de la Victoria y subir hasta La Gándara, por Arredondo y Asón o por Regules y La Veguilla.
Siguiendo los consejos de un "sobano burgalés" (Posada "El Mirador"), optamos por seguir la ruta de "la Vuelta a Colina", que nos prometía una visión bastante completa del Parque. El día fue espléndido y nuestras expectativas fueron desbordadas por el entorno que fuimos disfrutando.
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Croquis tomado de GPS - El Correo |
Una amplia pista hacia el Alto de La Posadía nos hace ganar altura sin tregua |
A nuestra derecha aparece ya el valle del Asón, en el que se hunde la zigzagueante carretera. Detrás, al este, van asomando los relieves de la sierra de Hornijo |
Como liliputienses en majestuoso escenario: a la izquierda ya impone el roquedo de Los Campanarios... |
... y a la derecha, más cuarteados, aparecen los Castros del Horneo |
El rótulo nos indica que hemos de rodearlos para alcanzar nuestra meta: Colina |
El sendero resulta ser un incomparable balcón sobre el valle del Asón, con la Porra de Mortillano (1.415 m) cerrándolo por el este |
Y, arraigado en las rocas kársticas, el hayedo acaricia nuestra marcha |
Superada esa franja boscosa, se amplía nuestro horizonte: la V completa que forma el valle del Asón, y, al fondo, las cumbres de Muela (802 m) y Mullir (846 m), sobre el valle de Matienzo |
Así llegamos a las cabañas de Saco... |
... que merecen nos tomemos un descanso admirando el entorno pastoril |
Avanzando entre brezales... |
... tratamos de adivinar la profundidad de la torca/dolima, una de las muchas de este macizo kárstico |
Pronto nos deja sin habla una "espectacular plataforma de abrasión, pulida durante miles de años por el hielo cuaternario"... |
... tan ancha, tan pulida, que casi parece una pista de aeropuerto |
Marchando sobre ella, llegamos hasta el borde del Hoyón de Saco, gran depresión 'glaciokárstica´ de 3 kms de diámetro, al pie del Colina, que nos contempla |
Habrá que rodearlo para llegar hasta esa cima... |
Dejamos atrás la 'pista' agrietada... |
... e iniciamos la circunvalación del Hoyón |
Vamos remontando por la ladera norte... |
... y, llegando al collado, asoma el vecino Porracolina (1.414 m) |
A medida que completamos el giro, en la distancia, al sureste, se recortan las crestas de Peña Lusa (1.575 m), una de las cimas que delimitan por el sur el P. N. de Collados del Asón |
El último tramo de la ascensión, por sendas amables, bien pateadas por los ganados |
Al sur, rutilantes, las cumbres mayores del entorno: Las Motas/Picón del Fraile (1.632 m) -cima 'inaccesible' por su ocupación militar- y Castro Valnera (1.718 m) |
Con un cielo radiante por montera, un brindis desde la cumbre de Colina (1.448 m) |
Desde esa atalaya saludamos al Porracolina, antes avistado... |
... y hacia el este contemplamos el Hoyón de Saco, en primer término, y el rocoso espinazo de la sierra de Hornijo, límite norte del valle de Soba |
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